Actividad física y alergia primaveral

Por Escuela de Pacientes - junio 14, 2018


Cada vez más personas se ven afectadas por alergias en esta estación del año, desencadenando situaciones muy molestas. Si practicas asiduamente actividad física al aire libre y eres de esas personas con alergia al polen, este este artículo te será de gran ayuda.

Muchas personas que padecen alergia se preguntan si es conveniente seguir practicando actividad física en esta época o mejor reducir o parar la actividad para no agravar los síntomas.
Pues bien, partiendo de la base de que cada persona es única y debe consultar con su profesional de la salud al respecto, en líneas generales diremos que el ejercicio ayuda a mejorar nuestro sistema muscular, respiratorio y cardiovascular pero también el sistema inmune, responsable de las reacciones alérgicas. De hecho, es por ello que muchas personas expertas aconsejan a determinados pacientes practicarlo con moderación, ya que entre otros efectos positivos puede ayudar a reducir la inflamación relacionada con el alérgeno.
Eso sí, si padeces alergia es crucial que sepas escuchar a tu cuerpo para saber si puedes continuar (síntomas leves, como la tos o la congestión) o tienes que parar (síntomas severos, como el asma).


Síntomas a tener en cuenta

Siempre es conveniente que, durante la práctica, llevemos a mano nuestro medicamento, si lo tenemos prescrito, para aliviar nuestras posibles reacciones alérgicas in situ. Así podremos aliviar rápidamente algunos problemas comunes al estar al aire libre como la tos leve, estornudos, lagrimeo o picor de ojos, síntomas habituales. Ante estas reacciones no tenemos por qué dejar de hacer ejercicio, sino que la clave está en saber cómo prevenirlas y controlarlas para poder seguir con nuestra actividad.

En el caso de las afecciones en la piel, los diferentes tipos de sarpullidos con los picores o dolores que produce son muy poco agradables, ya que al hacer deporte suelen hacer rozaduras. En estos casos intentaremos cambiar el material de las prendas que utilizamos para hacer deporte. Si esta afección se debe al sol, la solución es más difícil, teniendo que utilizar prendas y filtros solares que nos protejan del mismo.

El problema surge cuando nuestra reacción alérgica implica asma bronquial, urticaria o anafilaxia. En este caso, lo mejor es que acudamos a un especialista para obtener un diagnóstico certero y que, en consecuencia, nos indique las precauciones concretas que tenemos que tener en cuenta en nuestro caso personal si queremos hacer ejercicio.

Los deportes más aconsejables

Las actividades que implican una mayor intensidad y esfuerzo físico, como las carreras de fondo, son las menos adecuadas. En su lugar, podemos practicar deportes en equipo que nos permitan hacer pausas momentáneas para reponernos adecuadamente u otras disciplinas que impliquen un esfuerzo menor, como la natación, caminar o el yoga.

Consejos

  1. En el caso de que lo que nos afecte sea el polen de algunas plantas, busquemos información en Internet o en los periódicos sobre la concentración de polen en aire, y así poder evitar los días de máxima concentración del polen que nos pueda afectar, retrasar la actividad física y poder disfrutarla al máximo más adelante.
  2. En este sentido es importante tener en cuenta el momento para realizar la actividad física, ya que lo recomendable es hacerlo entre las 11:00 de la mañana y las 19:00 de la tarde, que es cuando existen menores cantidades de polen en el ambiente (no realizar los entrenamientos a primera hora de la mañana mañana ni al atardecer)
  3. Si ha llovido algo, es momento idóneo para que salgas a realizar tu entrenamiento, ya que la mayor parte del polen que circula por el aire se habrá limpiado
  4. También hay que revisar la zona donde queremos hacer la actividad, ya que, por ejemplo, si somos alérgicos al polen del olivo y queremos correr en Jaén o Granada, pues tendremos que esperar a otras épocas.
  5. Además es muy importante que realices una serie de pautas preventivas como realizar un buen calentamiento, ya que si incluimos unos ejercicios respiratorios en él obtendremos en consecuencia un favorecedor efecto broncodilator temporal, o que utilices un medicamento preventivo como los pulverizadores nasales antialergias, una solución a base de corticoides que ayuda a evitar la aparición de los síntomas relacionados (siguiendo siempre las indicaciones de los profesionales médicos, nunca te automediques).
  6. Utiliza mascarilla con filtro si la actividad física te lo permite, al principio sentirás que es molesto pero te acostumbrarás y evitarás respirar el polen.
  7. Es aconsejable que lleves contigo tu teléfono móvil por si sufres un ataque de alergia poder llamar a los servicios de emergencias.
  8. Una correcta hidratación te ayudará a descongestionar las vías respiratorias y conseguir eliminar mayor mucosidad. Bebe antes, durante y después de tus entrenamientos. Recuerda mantener una dieta alta en vitaminas para mantener tus defensas altas y convatir de este modo mejor las afecciones alérgicas.





Precauciones especiales para personas con alergia asmática

La afección más grave de las alergia al polen relacionada con la actividad física es el asma. La persona con asma, para hacer ejercicio debe de estar en un periodo controlado de su asma. Para ello, es necesario valorar el control del flujo máximo, es decir, la velocidad a la cual se puede expulsar el aire de los pulmones con una sola exhalación, y previamente a realizar el ejercicio. Dependiendo del valor, se establecen 3 zonas del asma:
A) Zona roja: Por debajo del 50% del nivel ideal. Es necesario la toma de medicamentos de acción rápida y la obtención de atención sanitaria lo antes posible.
B) Zona amarilla: Nivel entre un 50-80% del nivel ideal. En caso de encontrarse en esta zona, el sujeto deberá tomar el inhalador, hacer el calentamiento y volver a repetir la medida. Si continúa en esta zona durante la segunda medición, será preferible no realizar la actividad física.
C) Zona verde: Nivel ideal de flujo máximo entre el 80 y el 100% ideal.
Precauciones:
  • Evitar realizar actividad física intensa cuando no esta controlado el asma basal.
  • No realizar ejercicio intenso si se tiene una infección respiratoria.
  • No realizar ejercicio físico si se tiene tos importante o se sienten pitos.
  • No realizar ejercicio físico si se encuentra en la zona roja del PFM.
  • Realizar actividad física moderada y controlada si se encuentran la zona amarilla del PFM.
  • Evitar realizar ejercicio físico en ambientes fríos y secos si no se utiliza una mascarilla de quirófano.
  • Evitar los ejercicios físicos intensos y largos por encima de nuestra condición física.
  • Evitar los ejercicios físicos en ambientes contaminados o con humos.

Marga Colón. 
Coach Actividad Física de la Escuela de Pacientes


Bibliografía
  1. Pérez Barroso, A. (2008). La alergia, el asma y el ejercicio físico.
  2. Somoza Hernández, B. (2012). Farmacología en Enfermería: Casos clínicos. Barcelona: Panamericana.
https://www.entrenamiento.com/salud/alergia-y-actividad-fisica/





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